Te encontraste en un momento en el que sentías que el tiempo no iba a cambiar. Hoy te encuentras en el futuro que sentiste y pensaste que no iba a llegar.
Pero si llegó... sí,
y el tiempo si pasó y cambió.
Recuerdas.
,y aún vive ese recuerdo,
,y aún vive ese recuerdo,
lo mal que te sentías,
y cuánto lo querías.
Sentimiento ausente en el presente.
Y es entonces cuando lo ves y lo comprendes,
y por eso escribes,
sí, sí, por eso escribes.
Escribes porque el tiempo pasa y las cosas cambian.
Y te sorprende la vida que aún guarda ese momento...
¡qué tristeza y que esperanzas guardabas!
¡qué sueños vivos y dolorosos!
cuando tu mano sentía la otra tuya, y no la suya...
Hoy nacen sueños distintos en donde es tu mano la que quieres,
y el tiempo que otra vez, pase lento y no cambie.
Y es que el tiempo es relativo,
Y aún siendo nuestra razón quien le asigna una extensión,
es nuestro desvarío y nuestra extravagancia quien le proporciona la medida,
siempre en desmesura...
siempre generosa e irrisoria, siempre eterna, y siempre, siempre, efímera...